En Venezuela, la unión cívico-militar está cada vez más fortalecida, en función de una dinámica orientada desde el Gobierno Bolivariano para satisfacer necesidades sociales en áreas como la salud, la educación, el resguardo de la soberanía nacional, los procesos electorales y el desarrollo científico-tecnológico. Esta apuesta por la unidad integral del pueblo, sin distingo del espacio o cargo que ocupe, fue promovida y ejecutada por el líder de la Revolución, Hugo Chávez. Muestra de ello es el proyecto que desarrolla el Centro Nacional de Tecnología Química (CNTQ) junto a la División de Ingeniería y Desarrollo Aeroespacial de la Aviación Militar Bolivariana (DIDA), para la fabricación de cascos de alto vuelo, que requieren los pilotos de este componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Jiraleiska Hernández, es ingeniera ambiental y directora del CNTQ; actualmente es líder del proyecto de diseño, fabricación y certificación de los cascos aeronáuticos, y parte activa del equipo del Mincyt. Hernández, explica que esta tarea se hace “de manera cooperativa, tejiendo y entrelazando conocimientos, capacidades, instalaciones, materia prima, criterios técnicos y militares para dar respuesta a una necesidad que demanda el país, que demanda nuestro componente (aviación)”. Asegura que la alianza entre el Polo Científico y la Aviación Militar Bolivariana permitió el desarrollo de los prototipos “a partir de un bloqueo que nos han impuesto a nosotros como país; esta necesidad amerita el trabajo colectivo, cooperativo entre lo cívico – militar, para dar respuesta a los requerimientos y demandas del país. Es un proyecto financiado por Fonacit, en el año 2022, que nos ha permitido escalar y generar prototipos de desarrollo”. Detalla que las pruebas de análisis físico-químicas otorgan a los cascos una certificación nacional de tipo aeronáutico para su fabricación en el territorio nacional, con una duración de cinco años. Asimismo, la investigadora valora el papel de la mujer venezolana en el desarrollo de la ciencia, y la incorporación de expertos, tecnólogos y profesionales de diversas áreas, que están compartiendo sus saberes para elevar la potencialidad científico-tecnológica de Venezuela. “El incorporarnos como personal femenino en un componente donde históricamente la participación de la mujer ha sido limitada o escasa nos ha permitido abrir las puertas a los nuevos profesionales de distintas áreas del conocimiento, para seguir apalancando, generando respuestas, escalamiento de procesos y desarrollo tecnológicos para la defensa nacional”, finalizó. Cascos venezolanos con estándares de calidad Otra de las voces del proyecto es Alfredo Lozada, técnico especialista en protección a las tripulaciones aéreas, con 42 años de experiencia en el Servicio de Intendencia (en el área de equipo de vuelo), considera valioso participar en este proyecto pues el casco nacional ha sido creado prácticamente todo con materia prima venezolana. Al respecto detalla que: “La confección de las copas auditivas anteriormente venían con los cascos de afuera, lo estamos fabricando aquí con la ayuda de materiales comprados en el comercio; tenemos la parte del forro que es el protector que lleva el piloto para proteger su cabeza, para reducir el impacto en caso de una emergencia que pueda tener el piloto”. Explica que la parte más difícil de elaborar fueron los visores; sin embargo, lograron adaptar uno que se asemeja al original y funcionalidad. “El casco, hecho aquí en Venezuela, tiene los mismos estándares de los cascos (internacionales), conozco el casco francés, el americano, el chino, comparten el mismo estándar, a parte de las pruebas que pasaron ellos, cumplen con todas las garantías. Como técnico especialista certifico la elaboración de este casco”. Afirma que la DIDA también ha valorado positivamente la creación y la funcionalidad de estos equipos de protección para la aviación nacional venezolana. “En mi tiempo de experiencia a mis alumnos les he dicho que tengan confianza, que no tengamos que depender de otras naciones; nosotros, aquí mismo en Venezuela, teniendo todos los recursos, seamos fabricantes de nuestros propios productos, necesarios para el sostenimiento sobretodo de la parte aeronáutica, tanto en la parte civil como en la parte militar”, precisó. Lozada comparte el trabajo con cinco personas, una de ellas es Romny Castro, técnico en protección a las tripulaciones aéreas, quien trabaja en el servicio de intendencia en el área de equipos de vuelo. Sobre su participación en la producción, Castro dice que gracias a los conocimientos se atrevieron a incursionar “en la fabricación del casco nacional para ser más independientes y tener producción nacional”. Conoce cómo trabajar todos los componentes de los cascos y asegura que “una vez teniendo el material a la mano y con ayuda del clima, la fabricación es netamente manual, es artesanal por decirlo así, nos ayudamos con un molde, y si el clima no los permite puedo tener un casco en 20 minuto o media hora; de allí viene el proceso del perfilado, el acabado y dejarlo listo para pintura”. Lozada, como el resto de este equipo está orgulloso de servir a la Patria con este proyecto científico, de innovación y tecnológico. “Tenemos ya bastante tiempo en la parte de la experiencia, y ahora incursionamos en la parte de la innovación y esa parte de la independencia que nosotros podemos hacer nuestra fabricación del casco y no depender de más nadie». FANB consecuente y solidaria En los 24 años de Revolución los componentes de la FANB han transitado diversos escenarios para la defensa nacional y del pueblo. Aquellos escenarios de la Cuarta República, donde los militares estaban alejados del pueblo, quedaron en la memoria de quienes vivieron los años más duros de la represión política en Venezuela. Hoy, en medio de las dificultades se han forjado escenarios de solidaridad y construcción colectiva junto al pueblo, que además integra la Milicia Nacional Bolivariana, una reserva nacida a la luz de la Revolución con la orientación del comandante Hugo Chávez, que comprende el compromiso de la defensa de la Patria y de creación de un modelo productivo nacional que derrote cualquier amenaza extranjera. Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutiérrez. Anterior Siguiente