El Centro Didáctico para la Enseñanza de las Ciencias (CDEC) de Aragua, se transformó en un laboratorio de innovación donde cables, circuitos y mentes creativas se unieron en un taller de robótica lleno de descubrimientos.
Los facilitadores guiaron a los participantes a través de un viaje desde lo teórico hasta lo práctico, demostrando que la tecnología no es solo para expertos.
Los participantes exploraron los principios de la robótica, entendiendo cómo las máquinas pueden imitar acciones humanas. Con componentes básicos en mano, descubrieron resistencias, sensores y motores, piezas clave para dar vida a sus creaciones.
Pero no se quedaron en lo técnico: también analizaron la industrialización de términos robóticos y cómo estos conceptos se aplican en fábricas, medicina e incluso en el hogar.
El momento más emocionante llegó cuando pusieron a prueba sus conocimientos armando prototipos, ensamblaron y evaluaron sus diseños, asegurándose de que cada pieza cumpliera su función.
Al finalizar, llegó el momento más esperado: la demostración de los robots. Uno avanzó siguiendo líneas con destreza, mientras que otro, manejado hábilmente por los participantes, esquivó obstáculos como si tuviera vida propia.
El taller no solo enseñó los principios de la robótica, sino que demostró que cualquiera puede dominarla con práctica y creatividad.
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