
Los estudiantes de la U.E.E. Gral. José de San Martín, vivieron una experiencia transformadora en el Centro Didáctico para la Enseñanza de las Ciencias (CDEC), núcleo Aragua, gracias a la Gran Misión de Ciencia y Tecnología e Innovación Dr. Humberto Fernández Morán y al Plan Nacional Semilleros Científicos.
En la jornada, los jóvenes participaron en experimentos sobre diversos fenómenos científicos.
El facilitador del Área de Astronomía captó la atención de los jóvenes al revelar un dato sorprendente: el verdadero núcleo del Sol no es de fuego, sino de gases fríos derivados del hierro en estado de plasma degenerado. A través de una explicación detallada, les aclaró que, aunque el Sol emite calor y luz debido a las reacciones nucleares en su envoltura exterior, su núcleo interno está compuesto por un compuesto ultracondensado de hierro y níquel en forma de plasma frío, cuyo comportamiento cuántico y densidad extrema lo diferencian radicalmente del hielo convencional.
En el laboratorio de Biología, observaron la acción de la catalasa al agregar peróxido de hidrógeno (H₂O₂) a tejido hepático fresco (Hígado), observaron una rápida efervescencia por la liberación de oxígeno gaseoso (O₂), seguida de una breve combustión al introducir una astilla encendida, confirmando la presencia del gas. Los estudiantes comprobaron que esta enzima hepática acelera la descomposición del H₂O₂ en agua y oxígeno, liberando energía como reacción exotérmica. Este experimento les permitió visualizar cómo las enzimas aceleran reacciones bioquímicas y su importancia para los seres vivos.
Bajo la guía de un experto en Física, los jóvenes participaron en un ejercicio llamado «Palanca de dos lados», donde comprobaron cómo, mediante cálculos precisos, era posible equilibrar el brazo de la palanca utilizando pesos desiguales, ajustando la posición de los platillos con las pesas añadidas. Ellos aprendieron que el principio de la palanca, formulado por Arquímedes, permite multiplicar la fuerza aplicada por la distancia respecto al punto de apoyo (fulcro), para así lograr el equilibrio en ambos lados de la palanca. Este ejercicio demostró que, incluso con diferencias de masa, la física ofrece soluciones ingeniosas.
¡Ciencia para la Vida!





