En una jornada donde los cables se enredaban con la ilusión y las piezas sueltas prometían convertirse en inventos, un grupo de niños talento vivió una aventura tecnológica en el Centro Didáctico para la Enseñanza de las Ciencias (CDEC) de Aragua. Durante dos sesiones, estos jóvenes aprendices se sumergieron en el fascinante mundo de la robótica, y su misión fue clara: construir, con sus propias manos, cuatro prototipos únicos.
De sus mesas de trabajo surgieron cuatro criaturas mecánicas: un ágil Robot Tanque con Brazo Robótico, capaz de desplazarse y manipular objetos; una Cámara Dolly, diseñada para lograr tomas cinematográficas suaves; una Robot Catapulta, que replicaba los mecanismos de asedio medievales con precisión moderna; y un resistente Robot Hormiga, inspirado en la naturaleza para superar obstáculos.
Lo emocionante de la jornada llegó cuando todos comprobaron la funcionalidad de cada prototipo. El brazo del tanque agarró un pequeño objeto, la dolly rodó con suavidad, la catapulta lanzó la pelota al objetivo y la hormiga avanzó sin inmutarse por los desniveles. Las sonrisas fueron la mejor señal de éxito.
Estas actividades, más allá de la diversión, fue un claro ejemplo del trabajo que dedica el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), en alianza con el Centro Nacional de Tecnología Química (CNTQ), a través de su Centro Didáctico para la Enseñanza de las Ciencias del estado Aragua. Su apuesta consistió en sembrar la semilla del conocimiento en las nuevas generaciones, demostrando que, con las herramientas correctas, los niños de hoy pueden construir el futuro.
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